Los niños pueden ser sumamente egocéntricos, como el pequeñito que insiste que cada juguete en el jardín infantil es suyo y grita si otro niño intenta jugar con cualquier de ellos. Pero a la vez pueden estar inesperadamente consientes de los sentimientos del otro, como el niño de edad preescolar que entrega la mitad de su pastelito a su amigo cuando se le cayó el suyo. Como dijimos en un post anterior, se la empatía que se nos hace posible considerar los sentimientos de otra persona. Y la empatía es una parte del pegamiento social que ayuda a los niños a llevarse bien con otros niños y adultos.
Los estudios científicos muestran que incluso los bebés demuestran empatía. Por ejemplo, investigadores japoneses encontraron que cuando los bebés vieron dibujos de una figura atacando a otra, fueron más probables de buscar la figura que había sido la “víctima” y evitar la figura que había sido el “agresor”. Y los bebés también demuestran preocupación por sus mamás con sonidos o muecas, cuando las mamás parecen estar angustiadas.
Aunque parece que los niños son listos para sentir la empatía desde muy pequeño, hay cosas que los adultos pueden hacer para fomentar la empatía. (Es importante promover la empatía en los niños porque llevarse bien con otros puede conducir a la salud física y mental durante toda la vida.) Una de las mejores maneras de ayudar a los niños a ser más empáticas es ayudarles a entender lo que es la empatía. Si los niños pueden entenderlo, y reconocer el beneficio en tener empatía, es más probable que lo hagan.
Sin embargo, puede ser difícil para los niños pequeños entender la empatía. Los adultos suelen decir, “Ponte en su lugar (o en sus zapatos)”. Pero esa expresión puede ser confusa para los niños. ¿¡¿Para qué querrán estar en el lugar del otro?!? (¿¡O peor aún en sus zapatos apestosos!?)
Como dice la canción:
“Vamos a jugar a ponerme en tu lugar. Saber lo que piensas puede ser fenomenal. Porque tú eres parte de un cuento que entre todos tenemos que contar. ¡Me pongo en tu lugar!” (Video)
Para poder pensar en lo que siente otra persona, los niños también tienen que reconocer las emociones. Una manera de ayudar a su niño con eso es nombrar sus propios sentimientos y los que notan en otras personas e incluso en los personajes en sus libros. El leer libros de cuentos ilustrados juntos es una buena manera de aprender sobre los sentimientos porque los sentimientos hacen que el cuento sea interesante. Cuando lee con su niño o niña puede señalar a los personajes y preguntar, “¿Cómo piensas que se siente ella?”. O para ayudar a su niño o niña a nombrar una emoción, puede preguntarle, “¿Cómo te sentirías si eso te pasara a ti?”
Una vez que su niño o niña pueda pensar en cómo se siente otra persona, usted puede convertirlo en una experiencia positiva (y animarle a hacerlo más a menudo), al nombrar y reconocer lo que está haciendo. Entonces, si su niño ve que su amiga está llorando y va a abrazarla, usted podría decir “Vi que estabas pensando en cómo se sentía Suzi y le diste un abrazo para hacerle sentir mejor. ¡Eso fue muy amigable!” o “Hiciste bien en pensar cómo se sentía Suzi. ¡Chócala!” Y el contarle a su niño o niña sobre algunas veces cuando usted sintió empatía o demostrar la empatía hacia los demás ¡siempre es una buena madera de enseñarla!
Hay otras maneras de fomentar la empatía en los niños e incluimos un par de enlaces a continuación. Pero ayudar a los niños a entender cómo tener empatía es el primer paso. Entonces, sigamos el ejemplo del video y ayude a sus niños y niñas a “jugar a ponerme en tu lugar”.
Otros recursos para enseñar la empatía a los niños:
Cómo desarrollar la empatía en los niños
Educación emocional: actividades para desarrollar la empatía
La empatía en los niños. 5 Pautas y consejos para desarrollarla
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