En el cuarto grado me di cuenta que estaba perdiendo algo realmente lindo que algunos de mis amigos ya compartían—La música pop. Me criaron con las canciones de Broadway y Neil Diamond. También había participado en varios conciertos del coro de los domingos. Mi mamá enseñaba lecciones de piano, así que me había expuesto a la música clásica y muchas (muchas) piezas repetitivas para piano, nivel principiante. De todas maneras, fue cuando mis compañeros nos anotaron para hacer un número de canto y baile con la canción “Hey Mickey” de la estrella efímera de un único éxito, Toni Basil, me dí cuenta que debía ampliar mi reportorio musical. Cuando empezó la música y mis amigos se pusieron a bailar, deseaba escuchar más. Entonces, regresé a la casa y sintonicé la radio en la radioemisora de “las 40 principales canciones pop”; me acuerdo que esta fue una de las primeras veces que yo tomé una elección consciente—me inspiré a enseñarme a mí misma.
Mis padres, ambos estudiantes de la música en la universidad, me apoyaron. De todas maneras, parece que se les olvidó decirme un par de cosas sobre la música, por ejemplo, que la música me podía transportar a lugares únicos con tradiciones únicas y me podría presentar a personas que nunca había conocido; la música me podía dirigir a lugares dónde conectaría con el mundo a mi alrededor, a entender la manera en la que otras personas entendían el mundo; y que la música me permitiría aprender más sobre mi ser interior. Resulta que, a través de los años, la música ha hecho toda esa enseñanza por sí sola.
Hoy día sabemos el poder que tiene la música. Los estudios sobre la música y el cerebro son notables. Lo que sabemos hoy es que la música aumenta la confianza, desarrolla nuestra capacidad cerebral, potencia las habilidades de la escucha, desarrolla las habilidades motoras, y puede mejorar la memoria. La música influye en el desarrollo de las habilidades verbales y de alfabetización tanto como en las habilidades de las matemáticas. La música tiene un impacto positivo en la manera en que los niños interactúan a nivel social, y¡ mucho, mucho más! Encima de eso, hay mucha información sobre los beneficios adicionales de tocar un instrumento y cantar en grupo que promuevan el funcionamiento cerebral positivo de la corteja prefrontal.
Me pregunto si pudiéramos simplemente nombrar esta ‘presentación consciente de la música’ una de las mejores prácticas de la crianza de niños. Últimamente me doy cuenta que, al igual que mis padres, he sido algo limitada con mis propios niños en cuanto a la música. Me gusta pensar que les he presentado una variedad de música – más que las canciones de Broadway y el Rock Lite. A mi niño de 6 años no le gusta para nada la música “original” como le llama la música clásica. Pero, le encanta Blondie y Michael Jackson y Pink. También le gusta la antigua punk rock, gracias a un amigo nuestro. Y no puedo dejar de mencionar que a mi niño de 4 años le encanta la música jazz antigua. Recientemente, ambos me han pedido escuchar más de The Beatles y esas canciones cuentistas del grupo Alabama.
Al fin y al cabo, presentar a los niños una variedad de música no es tan importante como presentarles LA MÚSICA. Ayudar a su niño/a a encontrar la música que le mueva por dentro y por fuera es un regalo inmenso. Sé lo que a mí me gusta, pero eso no quiere decir que a mi niño/a también le vaya a gustar. Estoy empezando a reconocer que a mis niños les gustan muchas de las mismas canciones que a mi me gustan. (¿Será porque han escuchado una y otra vez desde que nacieron todas mis canciones preferidas?) Me hace pensar que es hora de que ellos empiecen a crear su propia lista de canciones preferidas. Ya sé que algunas de las mías ya se encuentran en su colección y seguramente algunos de las suyas se agregarán consciente y amorosamente en mi colección también. ¡Qué linda idea!
Notables extras
Infográfico sobre la música y el cerebro
El poder de la música en el desarrollo cognitivo y emocional del niño
Video How playing an instrument benefits your brain, Anita Collins
Tocar música afecta al cerebro en desarrollo https://escuelaconcerebro.wordpress.com/2015/07/06/la-musica-una-necesidad-cerebral/
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Text: © Kids In Transition to School 2019
Image: © Kseniia Zatevakhina | Dreamstime.com