3 maneras de usar los libros de cuentos ilustrados para ayudar a su niño/a a leer

En este blog hablamos mucho acerca de la importancia de la lectura con los niños pequeños, y la importancia de la lectura para el desempeño escolar para niños más grandes. Cuando los niños comienzan la escuela empiezan a aprender a leer, y después de un par de años deben leer para aprender. Pero aparte de la lectura para propósitos académicos, los niños pueden aprender mucho de los libros y hay muchas maneras de integrar aún más aprendizaje en la lectura con su niño o niña, más allá de simplemente leer las palabras.

Cuando hablamos sobre el aprendizaje integrado, queremos decir que estamos incorporando el aprendizaje en otras actividades, tales como: la lectura, la cocina, dando un paseo, viajando en el transporte público, haciendo compras, cepillándose los dientes…¡casi cualquier actividad que no requiere de su atención completa puede usarse como una manera artera de incorporar enseñanza adicional!

A lo mejor ya está usando el aprendizaje integrado para enseñar a su niño o niña sin darse cuenta, por ejemplo cuando está cocinando o haciendo los quehaceres domésticos. Al nombrar, explicar, o platicar acerca de ideas como más que/menos que, identificar figuras, contar y clasificar cosas, medir para una receta, y usar preposiciones como debajo, al lado, delante, está enseñando y practicando las habilidades tempranas de la matemática y la lectura. ¡Estupendo!

Debido a que el enfoque de este mes en nuestro blog es el mundo maravilloso de los libros de cuentos ilustrados, vamos a hablar acerca de algunas ideas de aprendizaje integrado que funcionan bien con los libros que tienen dibujos. Otra ventaja de usar las estrategias del aprendizaje integrado al leer con los niños pequeños es que les involucra en el proceso haciendo que la lectura les sea más interesante y agradable. Y puede ayudar a ese niño de cuatro años inquietísimo a prestar atención y escuchar aunque sea un poquito más.

3 maneras simples de integrar el aprendizaje en la lectura de los libros de cuentos ilustrados:

  1. Nombre lo que ven en la página. Aumentar el vocabulario es uno de los beneficios importantes de la lectura que conduce al éxito de largo plazo. Al nombrar las cosas que ven en el libro, estará aumentado el vocabulario y conocimiento del mundo del niño o niña.

Cosas que puede intentar:

  • Cuente las cosas en el dibujo: “Veo 3 pájaros en el árbol, uno, dos, tres.”
  • Nombre las letras: Esta página empieza aquí con una gran letra ‘G’. ¿Ves la letra ‘S’ de tu nombre?”
  • Nombre los colores y las figuras: “Hay un cuadro azul al lado del círculo anaranjado,” y “Veo muchos pastelitos de varios colores: rosados, rojos, amarillos, y anaranjados.”
  • Sentimientos y expresiones faciales: “Parece que está enojada esta niña. Su frente está toda arrugada, sus cejas están hacia abajo y unidas, las esquinas de sus labios están hacia abajo, y está apretando sus puños.”
  • Nombrar los lugares, personajes, y cosas: “Allí está el faro. Su luz brilla por la parte de arriba, y está junto al mar.”
  1. Haga comentarios o preguntas. Esto involucra a su niño o niña en el libro, y también le ayuda a desarrollar la habilidad de procesar y pensar en lo que están leyendo.

Cosas que puede intentar:

  • Pregunte a su niño o niña lo que está pasando: Parece que quieren excavar un hueco grande en la tierra. ¿Qué crees que van a hacer? ¿Ves algo en el dibujo con lo cual podrán excavar?”
  • ¿Qué podría suceder ahora?: “Uh-oh, están brincando en la cama aunque su mamá les dijera que no. ¿Qué crees que va a suceder ahora?”
  • Palabras que riman: “¿Escuchaste eso? Leí llama y cama; estas palabras riman porque terminan igual. ¿Escuchaste otra palabra que rima con llama o cama?”
  • ¿Por qué sucedió algo?: “¿Por qué crees que la rana se sintió triste?” o “¿Por qué tiene tanta hambre el oso?”
  1. Amplíe o desarrolle el cuento. Esto puede aumentar las aptitudes del pensamiento crítico de los niños, y es una manera fantástica de enseñar y practicar las habilidades sociales y emocionales, cómo manejar situaciones difíciles o frustrantes, y cómo tomar la perspectiva del otro.

Cosas que puede intentar:

  • Compare los personajes en el cuento: “¿Qué quiere hacer el ratoncito con el helado? ¿El oso quiere hacer lo mismo?”
  • Amplíe el contenido, relacione el cuento a su niño o niña: “Juan estuvo muy enfadado con su amigo. ¿Alguna vez estuviste tan enojado con uno de tus amigos? ¿Qué hiciste?”
  • ¿Qué pasaría si uno de los personajes hiciera algo de otro modo?: “Uh-oh, ¿fue amable lo que hizo? ¿Cómo piensas que se sintieron sus amigos? ¿Qué crees que podría hacer diferente?”

¡Manténgase conectado para leer más la semana que viene sobre cómo integrar el aprendizaje social y emocional en la lectura! Nos encanta encontrar maneras divertidas de maximizar el aprendizaje a través de sus actividades cotidianas. ¿De qué maneras integran el aprendizaje en la lectura o en otras actividades? ¡Nos gustaría escuchar sus ideas!

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Image: © Dushyant Kumar Thakur | Dreamstime.com

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