La atención positiva es una herramienta muy poderosa que motiva la cooperación en los niños y fomenta el buen comportamiento. Pero los niños a veces necesitan un poco más de apoyo y motivación de un adulto para seguir direcciones o practicar una habilidad nueva.
Como hemos dicho en posts anteriores, queremos equilibrar la cantidad de límites que tenemos que fijar al crear un sistema mediante el cual el niño puede ganar algo por tomar buenas decisiones. Cuando les pedimos a los niños que intenten una cosa nueva o damos seguimiento a un comportamiento que todavía les cuesta hacer (prepararse para la cama cuando se lo decimos, prestar atención en la clase, comunicarse cuando está frustrado en vez de pegar), les apoyamos y motivamos al recompensar su buen trabajo y su esfuerzo. Esta estrategia también funciona para motivar a los niños a seguir esforzándose para mejorar la nueva habilidad o comportamiento.
Piénselo como andamios para un edificio nuevo. La niña que intenta una tarea o comportamiento difícil es como el edificio nuevo con el cemento mojado, y el premio actúa como el apoyo o andamio mientras se construye la nueva habilidad. Una vez que puedan hacer la habilidad por ellos mismos, empezamos a quitar el andamio (los premios) hasta que no necesiten esa motivación o apoyo extra, y empiecen a ser motivados por otras motivaciones internas (como llevarse bien con los amigos y los adultos). Todos queremos que nuestros niños tengan éxito, y el proporcionar una recompensa por su esfuerzo para mejorar una habilidad nueva es una manera maravillosa de apoyar y animar a estos humanos pequeñitos en su desarrollo y crecimiento.
Asegúrese de que la recompense sea gratificante…
El hecho de que a usted le encantaría ganar un tiempo tranquilo para acurrucarse solito con un libro no quiere decir que su niño de 7 años vaya a sentirse motivado para ganar tal premio. Asegúrese de que la recompensa que está ofreciendo es algo que su niño (o su clase) realmente quiere ganar. Involucrarles en el proceso de escoger algunas recompensas posibles es una buena manera de aprender más sobre lo que les motive, y el acto de escoger es motivador en sí. Y recuerde que la recompensa no tiene que costar dinero, ni ser una “cosa”. Los niños se motivan por ganar tiempo especial con su mamá o papá, ganar un privilegio como poder acostarse un poquito más tarde, o incluso por ser ayudante al maestro. (Me acuerdo bien de haber competido con mis amigos para ganar el privilegio de limpiar los borradores del pizarrón al golpear uno contra el otro para ver volar el polvo.)
…e igualado al esfuerzo requerido pare llevar a cabo a la tarea
Cuando creamos un sistema para recompensar a los niños por su esfuerzo, lo hacemos porque lo que les estamos pidiendo que hagan es difícil o nuevo para ellos. Recompensas e incentivos son herramientas de enseñanza. Si mi niña de 10 años no tiene ningún problema para vestirse en las mañanas, no voy a decirle de repente, “¡Estoy muy orgullosa de cómo te vistieras y te pusieras tus zapatos solita hoy día! ¡Te ganaste un helado!” ¿Se imagina lo que sucedería cuando ya no gane helados? “Bueno, podría vestirme como se me pidió mi mamá…pero solo si me dé un helado por hacerlo.” Queremos emparejar la intensidad del premio a la dificultad que tiene para realizar la tarea o el comportamiento. Si estoy iniciando una rutina para que mi niño se cepille sólo los dientes y nos es muy difícil, sino simplemente un comportamiento nuevo para él, podría ganar un cuento extra a la hora de dormir. Pero, si estamos trabajando para lograr algo difícil, como no hacer berrinches todas las noches cuando digo, “Es la hora de acostarte…”, voy a necesitar un premio que tanto motive a mi niño que querrá hacer un gran esfuerzo para poder ganarlo.
Aquí hay algunas maneras creativas para premiar a su hijo o a su clase, por hacer un esfuerzo para hacer algo difícil o nuevo.
Actividades sociales
Deje que los niños ganen recompensas que incluyen a sus amigos o hermanos en una actividad social. No solamente estarán premiados por su buen comportamiento, sino ¡también estarán ‘ganando’ practica con las habilidades sociales! Esto podría incluir cosas como ganar un picnic en el parque, convertir su salón en una casita con sábanas y almohadas, ganar un día de la belleza con manicuras y pedicuras, llevar a un amigo a jugar mini-golf o laser tag, o una noche de película con palomitas de maíz.
Algunas de estas actividades son algo importantes, así que podría ser útil premiar a su niño con un número dado de premios más pequeños como canicas o calcomanías para poder ganar el premio más grande. Si decide incluir un sistema de juntar premios más pequeños para luego ganar el premio más grande, asegúrese de registrar su progreso en un lugar visible, de escoger un número fijo de premios pequeños que necesita ganar y mantenerse firme con el número, y de no quitar premios o puntos una vez que se los haya entregado.
El refuerzo de los compañeros
Esto es especialmente bueno para los niños que necesitan un empujón en su estatus social. Cuando quiere recompensar a este niño, haga que la clase participe con un gesto del grupo entero como un pulgar arriba, un ¡Gracias! del grupo, u otro gesto que pueden hacer desde sus sitios.
Los niños también pueden ganar premios para toda la clase, como un baile de 60 segundos, puntos que se juntan para poder visitar la caja de premios, o tiempo libre extra. “¡Guau! Veo que Adán prestó atención y escuchó durante toda la lección. ¡Bien hecho! ¡Él acaba de ganarnos un baile para descansar los cerebros! Digamos todos, ‘¡gracias, Adán!’”
Cupones para los niños
Haga cupones que digan cosas como: “Libérate de un quehacer por un día”, “Escoge lo que la familia va a cenar”, “Acuéstate 30 minutos más tarde una noche”, “Gana una hora a solas con mamá o papá”, “Gana una noche de película con palomitas de maíz”. Asegúrate de incluir las condiciones de los cupones si es necesario para evitar tener que fijar límites cuando se ganan privilegios. (Si yo hubiera ganado un cupón ‘escoge lo que la familia va a cenar’, es probable que habría dicho: panqueques con helado de chocolate, y una guarnición de gusanos gomosos.) Los niños pueden ganar un cupón de una bolsa de sorpresas cuando los ve tomar una buena decisión. El misterio de cuál cupón será agrega a la diversión y motivación.
Botones del orgullo
Los botones del orgullo dicen cosas como, “Pregúntame sobre la buena decisión que tomé hoy” o “Pregúntame sobre la nota que saque en mi examen” y se abrochan a la camisa del niño para que sus padres los vean fácilmente. Estos pueden formar una buena conexión entre la casa y lo que está pasando en la escuela, y anima a los padres a preguntar a su niño sobre sus logros específicos.
Esta estrategia es magnífica para cualquier estudiante, pero sobre todo para padres que son algo duro con sus niños, o están acostumbrados a escuchar cosas negativas sobre el comportamiento de su niño. Cambie el hábito de transmitir lo negativo al enviar botones del orgullo a la casa con los niños.
Animar la cooperación
Cuando ve a la clase en el acto de trabajar juntos, deles un pedazo de un rompecabezas y cuando el rompecabezas se arme por completo, ganen un premio. ¡Esto también es una buena estrategia para motivar a los hermanos a trabajar juntos y llevarse bien en la casa!
Los cambios frecuentes en la manera en que usted premia a los niños por hacer un buen trabajo, lo hace más divertido para usted y para ellos, y les motiva a mejorar su comportamiento y aprender cosas nuevas. ¿Cuáles son las maneras creativas que usa usted para recompensar o reconocer a su hijo o hija o a su clase? ¡Nos encantaría escucharlas!