Con todo el bullicio de las fiestas y lo bueno que la pasamos, a lo mejor se nos fue la rutina consistente que nos ayudaba a estar preparados todos los días para la escuela. Aquí tenemos algunas sugerencias para cómo volver a la normalidad antes del primer día de la escuela.
Acuéstense temprano
- Haber dormido bien ayuda a minimizar las frustraciones. Los niños andan mejor cuando duermen por lo menos 10 horas de sueño cada noche.
- Es una buena idea empezar a acostarse más temprano por lo menos unos días o hasta una semana antes del comienzo de la escuela. Dependiendo en qué tan tarde los niños se han acostado durante el descanso, intente a acostarlos 15 minutos más temprano cada noche hasta llegar a la hora deseada.
- ¿A qué horas empieza la rutina de la noche? ¿Hay suficiente tiempo? Recuerde dedicar suficiente tiempo para cepillarse los dientes, ponerse el piyama, leer libros y esas últimas bebidas de agua.
Preparar las cosas que necesitan para la mañana la noche anterior
- Preparar las cosas la noche anterior ayuda a eliminar el estrés de hacer las cosas a la última hora en la mañana. Por ejemplo, las mochilas y los almuerzos se pueden preparar la noche anterior.
- Permitir que los niños escojan su ropa la noche anterior provee una oportunidad para que los niños sean más independientes. Esto también puede ayudar a minimizar las batallas sobre la ropa que se ponen.
- Hacer las cosas la noche anterior hace que la mañana sea más tranquila y permite tiempo para todo lo inesperado. Todos sabemos que algo siempre sucede en la mañana. Puede haber tiempo incluso para ¡una taza extra de café!
Repaso
- Para ayudar a aumentar la confianza, repase las rutinas diarias para que los niños sepan qué esperar. Esto puede ser especialmente útil para niños que podrían sentirse ansiosos con la vuelta a la escuela.
- El hablar con los niños acerca de sus sentimientos sobre la vuelta a la escuela puede ayudarle a saber si hay algún área donde usted debe enfocar su atención.
Sobre todo, permíteles a todos un espacio para el caos. Puede ser que demore una semana o dos para que las cosas se vuelvan a la normalidad.