Esta es la segunda semana de nuestra serie “nuevos comienzos para el nuevo año escolar”. La semana pasada hablamos acerca de cómo los padres que tuvieron dificultades en la escuela pueden ayudar a sus niños a pasarla mejor. Esta semana queremos hablar acerca de cómo los maestros pueden ayudar a los niños que tuvieron dificultades durante otro año escolar a tener un mejor comienzo este año.
Los niños pueden ser rechazados por sus compañeros por varias razones. Puede ser que no saben cómo unirse a un grupo sin interrumpir el juego que está en proceso, puede ser que son demasiado insistentes con sus propias ideas, o pueden ser agresivos. Los estudios científicos nos dicen que los niños que se les rechacen sus compañeros pueden volverse menos hábil socialmente o más agresivo a través del tiempo debido a que pierdan cada vez más oportunidades para practicar las habilidades apropiadas. Y los demás niños se acuerdan. Así que si una niña fue rechazado en la escuela el año pasado, es probable que sus compañeros lo saben y que anticipan el mismo tipo de comportamiento de ella este año. Es posible que la rechacen de antemano, ¡aun antes de tener suficiente tiempo para demostrar si ha aprendido cosas nuevas o desarrollado sus habilidades durante el verano!
En estas situaciones los maestros pueden hacer mucho para ayudar a los niños que fueron rechazados en el pasado a empezar de buen píe este año escolar. Aquí hay algunas estrategias que se pueden intentar:
- Observe las interacciones del niño con sus compañeros para ver qué es lo que no está funcionando bien. Los niños que no tienen buenas habilidades sociales pueden ser rechazados rápidamente por sus compañeros para quienes son molestosos o incluso miedosos. O puede ser que el niño no sepa cómo pedir a otros niños que le dejen jugar con ellos y por este motivo se entra a empujones y agarra los juguetes o materiales. Identificar cuáles habilidades le faltan al niño es el primer paso en ayudar a que las cosas le vayan mejor. Trate de ser específico acerca de estas habilidades. Por ejemplo, decir que un niño tienen dificultades para ser amistoso es muy vago y es difícil saber lo que podría hacer para cambiar la situación. Al contrario, identificar asuntos específicos, tales como dificultad para tomar turnos, usar lenguaje apropiado con los compañeros, o compartir materiales.
- Ayude a la niña a buscar señales. Ayude a la niña a entender lo que los compañeros quieren decir cuando desvían la mirada o se alejan de ella. Esto es una señal que quieren que la niña deje de hacer lo que les está haciendo. O quizás necesita que alguien le recuerda a escuchar las palabras de los compañeros como “Deje de hacer esto por favor”. A los niños que tienen dificultad para unirse al grupo puede ser necesario recordarles que cuando los demás niños están enfocando su atención en otra cosa, eso es una señal que ya están ocupados.
- Enseñe al niño de antemano lo que puede hacer. Un niño que hace cosas que sus compañeros encuentran molestoso a lo mejor está tratando de conseguir su atención. Ayúdela a encontrar otras maneras mejores para conseguirla. Quizás podría preguntar a los demás “¿Qué quieren jugar?” o darle un cumplido a su compañera tal como “Me gusta tu camiseta”. Para el niño que no sabe entrar en un grupo, sugiere algunas cosas que podría decir para conseguir la atención de los demás niños sin interrumpirlos tales como, “¿Puedo jugar también?” o “Este juego es divertido. ¿Cómo se juega?”
- Haga ejercicios de actuación para practicar las nuevas habilidades. Ayude al niño a hacer una actuación de las nuevas habilidades sociales con usted antes de intentarlas con sus compañeros. La actuación podría ser algo así: “Supongamos que tú quieres hablar con Marissa. ¿Qué podrías decir? ….Quizás podrías decir ‘¿Estás esperando para jugar en los columpios? ‘….Bien. Vamos a suponer que soy Marissa y tu vienes a hablar conmigo….” También puedes darle retroalimentación al niño como “Esta fue una buena manera para empezar a hablar con tu amiga. Me imagino que a Marissa también le gustaría mucho si sonrieras cuando le hablas….”
- Enseñe a la niña maneras constructivas para manejar la decepción. A veces una niña puede ser rechazada por sus compañeras porque reacciona muy negativamente cuando se decepciona. Van a haber momentos cuando otros niños no querrán jugar o no tienen lugar en el juego o actividad para otro niño. Entonces tienen que aprender a manejar esa decepción de una manera positiva. Por ejemplo, podría encoger los hombros y decir “ni modo” e ir a buscar algo más que hacer. O podría buscar una niña que no está jugando con los demás para invitarla a jugar.
Estas estrategias pueden tomar tiempo y planificación pero podrían valer la pena al crear un ambiente social más positivo para TODOS los niños en la clase. Además, como la consecuencia del rechazo puede ser bastante negativa (por ejemplo, más agresión y un aumento de los problemas escolares a través del tiempo), el ayudar a los niños a salirse temprano del espiral, realmente puede hacer una gran diferencia para sus futuros. ¡Qué buena manera para ayudar a un niño a tener un nuevo comienzo con sus compañeros en este año escolar!
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Image: © Dorota Long | Dreamstime.com