Cuando piensa en la preparación escolar, a lo mejor no se le ocurre la habilidad de cometer errores. Pero el cometer errores es una manera bastante común para aprender cosas nuevas. ¿Cuántas veces ha cometido un error—como pensar que la salsa roja en la botella era cátsup—y descubrió algo que no sabía—como que la salsa tabasco realmente va bien con las papas fritas? ¿O se equivocó—como tirar abajo el plato preferido de su madre—y aprendió una competencia nueva—como cómo pegar pedacitos de cerámico nuevamente en su lugar sin apenas grietas?
Para los niños pequeños que están entrando en la escuela, todo es nuevo. Eventualmente aprenderán las reglas nuevas, las expectativas nuevas, y la gente nueva, pero eso toma tiempo. Y es probable que cometan errores en el proceso.
Entonces, ¿cómo puede ayudar a su niño o niña a estar preparado/a para los errores cuando entra en la escuela? Aquí ofrecemos dos tips simples:
- Ayúdele a entender que está bien cometer errores. Distintos niños reaccionan de diversas maneras cuando cometen errores. Algunos parecen no darse cuenta de sus errores, mientras que otros se molestan mucho. Es importante poder darse cuenta de los errores (porque si no, ¿cómo va a aprender a hacer bien las cosas?) pero si un niño se molesta mucho, no podrá usar la equivocación como una oportunidad de aprender. Así que es importante enseñar a los niños que cometer errores es una parte normal de la vida. A través de los errores aprendemos cuáles cosas no funcionan tan bien, y cuáles sí. Los errores son traspiés y extravíos, cosas que no quisimos hacer, pero que podrían otorgarnos un montón de información útil.
Una buena manera de enseñar a los niños que está bien cometer errores es hablar de sus propias experiencias. Entonces si usted toma el camino equivocado cuando está manejando, podría decir, “¡Uf! Acabo de cometer un error. Ahora sé que éste no es el camino para llegar a donde estamos yendo. Acabo de aprender algo.” O podría hablar acerca de un momento cuando se equivocó y lo que aprendió, o lo que hizo cuando enfrentó a las consecuencias negativas de su error.
También es importante recordar que, aunque los errores son normales, y no intencionados, pueden tener consecuencias negativas o consecuencias que podrían cambiar la vida. A veces su niño o niña tendrá que tomar responsabilidad o incluso corregir las consecuencias de sus errores. De todas maneras, no les deben tener miedo. Una de las cosas importantes que nos enseñan los errores es cómo arreglar las cosas.
Lo cual nos lleva al segundo tip….
- Ayude a su niño o niña a fijarse en sus errores y aprender de ellos. A veces sentimos la tentación de decir a los niños que olviden sus errores, que no se preocupen por ellos, sobre todo si está muy molesto. Y, es verdad que cuando un niño está molesto, queremos ayudar a tranquilizarlo, y no hablar en ese mismo momento acerca de su error. PERO, cuando su niño este tranquilo, podría preguntarle lo que piensa que pudiera haber hecho de otra manera para lograr un resultado diferente. O, si el error tuvo consecuencias negativas, hablen acerca de lo que puede hacer para mejorar la situación. Y, si el error resultó en algo bueno—como haber descubierto algo nuevo que le gusta—estaría bien señalar eso también. Podría decir algo como, “Parece que aprendiste algo. ¿Qué nos enseñó ese error?…¿Qué podemos hacer con esta información nueva?”
Recuerde que el propósito de su charla no es hacerle sentirse mal a su niño o niña al enfatizar que haya equivocado o lo malo de la situación. (Eso no le va a ayudar a aprender de sus errores.) En cambio, usted está aumentando su capacidad de resolver problemas al ayudarle a ver otras maneras de hacer las cosas que pudieran tener mejores resultados y desarrollando sus habilidades sociales al ayudarle a pensar en maneras de hacerles sentir mejor a los demás si los haya lastimado. Además, al ayudarle a tranquilizarse, usted está aumentando su capacidad de superar las dificultades.
Nadie puede evitar por completo cometer errores. Y aun si pudiéramos, ¿estaríamos perdiendo la oportunidad de descubrir canciones nuevas que nos gusten porque escucháramos la emisora “equivocada”, o comidas que nos gusten porque pidiéramos algo “equivocado”? Y aunque las consecuencias puedan ser dolorosas, como lastimar a un amigo al decirle palabras feas, los errores sí nos ayudan a saber qué hacer (o no hacer) la próxima vez.
Únase a nosotros en las semanas que vienen mientras hablamos acerca de cosas tales como, cómo apoyar a los niños que sienten mucha ansiedad ante los errores y cómo superar los errores que cometemos nosotros mismos con los niños. Esto es parte de nuestra serie “Sigamos adelante en el 2018”.
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