La manera en que hablamos a nosotros mismos tiene mucho que ver con nuestra habilidad de lograr nuestras metas, enfrentar nuestros temores, y nuestro éxito de la vida en general. Si nuestra voz interior está enfocada en todas las maneras en las cuales podemos fracasar, es probable que experimentamos esta profecía autocumplidora. Y el autocritico disminuye nuestra confianza y autoestima. La manera en que nos hablamos a nosotros mismos también tiende a mostrarse en nuestras acciones y manera de hablar sobre nosotros mismos; en voz alta y adelante de nuestros niños. Conozco a muchas mamás y papás que batallan con su propio crítico interior, pero están decididos a ayudar a sus niños a desarrollar la habilidad de hablarse positivamente a sí mismos. Esta entrada de blog incluye ideas sobre cómo trabajar con su propio crítico interior con actividades artísticas, pero también puede usar estas estrategias para guiar a sus niños. ¡Modelar estas estrategias para mejorar su manera de hablarse a sí mismo/a también ayudará a sus niños a desarrollar sus propias habilidades!
Reconocer y etiquetar su crítico interior
A menudo nos conectamos tan personalmente con nuestros pensamientos y sentimientos que puede ser difícil tener una perspectiva más amplia sobre la situación. Esto puede causar ansiedad y temor paralizante (o simplemente procrastinación). Entonces, ¿cómo podemos restaurar la calma y seguir adelante con nuestra meta? La respuesta puede ser tan fácil como reconocer y nombrar lo que sentimos.
La investigación científica sugiere que hablarse con uno mismo/a en la tercera persona y proporcionar una etiqueta sin juzgar nuestros sentimientos en situaciones estresantes puede ayudar a nuestros cerebros a cambiar su actividad de los centros emocionalmente reactivos, a la corteza prefrontal que procesa la cognición. Esto nos permite separarnos de los sentimientos abrumadores y volver al pensamiento y la planificación racionales.
En vez de decirse, “No puedo…”, dígase, “allí está otra vez ese crítico interior. La voz en mi cabeza que trata de mantenerme a salvo/a de las críticas está hablándome otra vez.” Reconózcalo y nómbrelo.
También puede intentar recordarse que está experimentando un “evento cerebral”. El reconocer que tiene pensamientos y sentimientos que vienen y se van, pero usted no es sus pensamientos y sentimientos, y por lo tanto ni tiene que escuchar todo lo que le dice su voz interior, es una parte importante de silenciar al crítico interior.
Sea su propio entrenador/a
Aunque nuestro crítico interior a lo mejor parece un terrible amigo, es más preciso pensarlo cómo un amigo sobreprotector. El crítico interior está enfocado en todo lo peor que podría pasar en un esfuerzo para mantenerlo/la seguro/a, lo cual también incluye evitar que avergüence a sí mismo/a. Esta es una manera en la cual nuestro crítico interior obstaculiza poderosamente a nuestras actividades artísticas. La creatividad tiene que ver con lanzarse e intentar cosas nuevas o cosas que todavía no sabe hacer bien. También suele ser muy personal. Nuestro arte nos representa; lo creamos y por lo tanto (según el crítico interior) debemos estar especialmente temerosos de demostrarlo a otros, o incluso intentar algo nuevo. Afortunadamente, tenemos el antídoto: Hablar consigo mismo en la tercera persona.
Cuando empieza su crítico interior, reconózcalo, agradézcalo por hacer su trabajo, e inicie una plática consigo mismo de la misma manera en que guiaría a su mejor amigo o a un niño cuando está experimentando dificultades. Aunque parezca extraño, con un poco de tiempo y práctica puede silenciar esta voz negativa que le ha estado hablando a lo largo de los años. ¿Y qué es lo peor que podría pasar? Podría empezar a creer este entrenador interior en vez del otro…
Si necesita algunas ideas sobre lo que su entrenador interior podría decir, trate de replantear la situación; proporcione a si mismo/a una perspectiva diferente.
- Enfóquese en el proceso. En vez de enfocarse en los resultados, fíjese en lo duro que está trabajando o practicando. Esto también es útil si tiende a compararse con los demás. Deje de fijarse en el resultado y enfóquese en cambio en su propio esfuerzo y crecimiento.
- No todos los días son buenos. Está bien. Si está pasando por un día difícil, reconozca que el cambio y el crecimiento son difíciles. Siempre tendremos días buenos y días no tan buenos, y seguiremos practicando de todas maneras. No espere la inspiración. Practique para que estén listas sus habilidades y destrezas cuando llega el momento de inspiración.
- ¿Qué es lo que está aprendiendo? Replantee las “equivocaciones” como aprendizaje: ¿de qué me está informando esto? ¿Qué es la lección en esto?
- ¿Qué pasaría si todo sale bien? Nuestro crítico interior está tan enfocado en pensar en todas las cosas que podrían salir mal que es fácil olvidar que también existe la posibilidad de que salgan bien. Pensando lógicamente, ¡existen tantas posibles maneras de salir bien la situación, como de salir mal! Ayude a su cerebro a enfocarse en las soluciones.
¿Es usted procrastinador/a? ¡Puede que sea responsable por ello su crítico interior! ¿Qué es su primer impulso cuando se da cuenta que está procrastinando? ¿Se enoja y se reprende a si mismo/a? ¿Se dice que es débil? La investigación científica sugiere que la procrastinación puede ser una respuesta a las emociones negativas, en vez de una falta de autocontrol. Cuando nos enfrenta una tarea que consideramos negativa o difícil, nuestra subconsciencia interviene para distraernos del malestar inminente y sugiere una actividad más placentera. “Buscamos sentimientos del corto plazo a costa de la satisfacción a largo plazo – ‘rindiéndonos para sentirnos bien’”. Y ¿qué pasa después? Nos reprendemos por ser perezosos. Pensamos, quizás si me critico internamente lo suficiente puedo dejar de procrastinar. La ciencia también nos proporciona aquí una sugerencia: que esta autocrítica empeora el problema. Si se reconoce en este patrón (como yo) intente algunas de las sugerencias anteriores para ver si el distanciamiento psicológico y el entrenamiento interno, como haría con su mejor amigo, le ayuda a sobrellevar estos obstáculos mentales.
La mayoría de las personas batalla en cierta medida con su propio crítico interior. Pero puede ser muy poderoso reconocer y entender que no somos cautivos de lo que dice nuestro dialogo interior. El cambio requiere tiempo y práctica, como todo, pero la buena noticia es que ¡su cerebro es capaz de formar nuevas conexiones neurales!