Últimamente, hemos hablado mucho acerca de la resiliencia—lo que es y cómo hacerla crecer. La resiliencia sucede cuando nos enfrentamos a eventos adversos o estresantes. Las madres, padres, y maestros conocen muy bien el estrés. El niño pequeño que está haciendo su quinto berrinche del día o la niña de primer grado que no puede estar quieta y continuamente interrumpe sus compañeros con su constante moción puede abrumar al adulto que lo está cuidando. Es fácil suponer que el niño está comportándose mal intencionalmente para ser desafiante. Y luego, la sangre empieza a latir en su cerebro. ¿Qué puede hacer si este niño o niña no quiere comportarse bien? Usted desea creer que es capaz de cambiar estos comportamientos difíciles, porque el creer que puede cambiar las situaciones difíciles es una parte de la resiliencia, ¿verdad? Pero, ¿¿CÓMO hacerlo cuando el niño está aullando en su oído o acaba de tirar abajo su escritorio por segunda vez??
Tenemos un truco para usted. No es un truco Jedi de la mente. Pero es una frase simple. Primero, compartiremos la frase y después le contaremos cómo funciona:
El comportamiento negativo no se trata de quién es el niño o niña; es una simple falta de habilidades.
Cuando pensamos que los niños escogen el mal comportamiento, empezamos a ver el mal comportamiento como una parte de su personalidad, de quién es. Y es difícil saber cómo cambiar eso. ¿Se trata de convencer al niño de que deje de portarse mal? ¿Se castiga al niño? Pero, es imposible razonar con un niño pequeño. Y puede meterse en un ciclo donde parece que está castigando el mismo comportamiento una y otra vez. Puede empezar a sentirse sin esperanza.
Al considerar el comportamiento negativo como una falta de habilidades, entendemos que el problema es que el niño o niña no sabe o no puede usar las habilidades apropiadas, todavía. Entonces, no lo percibimos como una parte permanente de su personalidad. Es que el niño o niña todavía no sabe cómo hacer otra cosa diferente en tal situación. Todavía. Los padres y maestros siempre están ayudando a los niños con nuevas habilidades. Una vez que creamos que se puede cambiar su comportamiento, podemos averiguar cómo hacerlo. Esto nos da algo de control sobre la situación.
¿Le parece demasiado simple? Pues, enseñar habilidades nuevas sí toma tiempo. Y paciencia. Y la habilidad de seguir adelante aun cuando el niño o niña se comporta peor durante un tiempo (también es difícil para los niños hacer cambios). Pero es más fácil tener paciencia y resiliencia durante el tercer berrinche de su niño pequeño si se enfoca en la idea de que ella simplemente no ha dominado la habilidad de usar sus palabras para decir “Estoy enojada” todavía. Y puede recordar que ayer, cuando le dijo que no pudo comer una segunda galleta, ella dijo, “Estoy enojada”. Pero no se tiró gritando al piso. Así que se han desarrollado sus habilidades. Es que no las usa todo el tiempo. Todavía.
La resiliencia tiene que ver con el optimismo y la esperanza y el creer que sí puede mejorar las cosas. Al pensar en el comportamiento difícil como una falta de habilidades, está diciéndose que esta situación no es permanente, que este niño o niña PUEDE aprender las habilidades para poder estar quieto/a, o compartir, o hacer lo que sea para que la vida les sea más fácil. Aunque no vaya a poder mover piedras con este truco de la mente, puede ser de gran ayuda para su niño o niña.
A continuación hay algunas entradas de blog con más detalles sobre cómo enseñar una variedad de habilidades a los niños:
Para promover el buen comportamiento-
La cooperación-5 consejos para enseñar la cooperación
Compartir-Aprender a compartir (de una manera agradable)
Las habilidades sociales-Consejos para enseñar las habilidades sociales a los niños
El auto control-Cómo ayudar a los niños a aumentar su auto control
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