Mientras consideran las escuelas cuándo abrir nuevamente sus puertas, o quizá ya se abrieron para el aprendizaje presencial, puede usted descansar un poco más tranquilo/a sabiendo que hay cosas que se puede hacer para fortalecer la respuesta del cuerpo ante las infecciones. Esta entrada de blog forma parte de una serie sobre las maneras en que podemos ayudar al cuerpo a resistir la infección y mantenerse sano. Hemos explorado comidas que fortalecen el sistema inmunológico y maneras de integrar el movimiento en nuestras rutinas para aumentar la formación y función de las células que nos protegen contra la enfermedad.
Y ahora, el sueño. Un horario regular de sueño sí juega un papel importante en el funcionamiento óptimo del sistema inmunológico, pero también corresponde con muchos temas que estamos explorando últimamente, como el autocuidado personal para mamás y papás y niños, y el apoyo del aprendizaje.
Ya que el sueño frecuentemente no recibe la atención que merece en nuestras vidas ajetreadas, espero que esta información lo/la motive a formar un plan para priorizar el sueño.
Las propiedades anti-enfermedad del sueño
Los estudios científicos nos enseñan que el sueño regular y adecuado disminuye tanto nuestra probabilidad de enfermarnos como la severidad y la duración de la enfermedad cuando nos toca la enfermedad. Pero, ¿por qué? Resulta que unas células especiales del sistema inmunológico, que se llaman células-T, se vuelven más “pegajosos” cuando dormimos. Esto los permite pegarse más fácilmente a los patógenos invasores, y luego desactivarlos. Además, las personas privadas de sueño tienden a tener niveles más elevados de células inflamatorias que interfieren con la actividad de las células-T.
¡El sueño adecuado también influye de la misma manera en la respuesta del cuerpo a las vacunas! En un estudio, la gente que regularmente durmió 8 horas cada noche produjo 2 veces más anticuerpos que los participantes privados de sueño. Estos participantes fueron menos probables de enfermarse al ser expuestos al virus de la influenza. Y los científicos encontraron que una sola noche de sueño inadecuado durante el estudio condujo a menos producción de anticuerpos. Si tiene planes para recibir una vacuna, considere echar un vistazo a sus hábitos y rutinas de sueño. Puede que un cambio simple tenga un efecto importante.
¿Qué cantidad de sueño es “adecuado”?
Como puede imaginar, la cantidad de sueño que requiere cada persona es variable. CDC recomienda lo siguiente:
- Niños de edad escolar, 9-11 horas
- Adolescentes, 8-10 horas
- Adultos, 7-9 horas
Entre más descubrimos sobre los secretos del sueño y el ritmo circadiano que gobierna los sistemas corporales, más claro está que, incluso para los adultos, las rutinas de sueño regulares y sanas son fundamentales para las salud mental y física. Durante años KITS ha proporcionado muchas sugerencias sobre cómo establecer para nuestros niños rutinas sólidas de la hora de dormir y de la mañana, incluso durante la pandemia. Mayo Clinic proporciona estas sugerencias para ayudar a los adultos a crear una rutina de sueño que les permita desapañarse al máximo y gozar de la buena salud. Después de establecer una ayuda visual o sistema de incentivos para motivar a los niños a formar hábitos de sueño sanos, ¡le puede ser útil crear uno para usted mismo!
¿Cuáles pasos tomará usted para que duerma mejor su familia?
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Text: © Kids In Transition to School 2021
Image: © Yevgen Rychko | Dreamstime.com